martes, 28 de abril de 2015

El demógrafo, una especie en peligro de extinción

La Facultad de Economía de la Universidad de los Andes fue una de las instituciones pioneras en el estudio de la demografía en Colombia. Eduardo Wiesner Durán, durante su período como decano (1965-1968), logró vincular a la facultad a Álvaro López Toro, una de las más brillantes estrellas de la demografía mundial. López Toro le dio un gran impulso a la investigación demográfica en Colombia.

Gracias al interés demostrado por los organismos internacionales, muchos profesionales pudieron realizar estudios en el exterior en los temas relacionados con la población. Subsecuentemente, la Universidad del Valle, la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Antioquia, la Universidad Javeriana, entre otras instituciones abrieron líneas de investigación en el tema demográfico que le dieron oportunidades de trabajo a los profesionales con posgrado en demografía. 

Una vez pasado el interés de los organismos internacionales sobre este tema, los recursos dedicados a la formación e investigación en el campo demográfico se fueron agotando y la edad media de los demógrafos comenzó a incrementarse pues el número de nuevos profesionales con estudios en el exterior era cada vez menor.

La realización de los censos de población daba una oportunidad de trabajo a los sobrevivientes del boom de finales de los sesenta y comienzos de los setenta. Fuera de estas ocasiones las oportunidades de trabajo para el demógrafo eran reducidas.



La demografía ha brillado por su ausencia en los últimos tiempos. En Colombia se habla mucho de tasas de homicidios, la violencia, el desplazamiento forzado sin que a nadie se le ocurra que es necesario contar con la presencia del demógrafo.

Por ejemplo, de los 14 académicos seleccionados para la Comisión histórica del conflicto y sus víctimas no hay uno solo que se haya  destacado en el campo de la demografía. El gráfico siguiente, tomado del informe final de la Comisión es una muestra del poco interés por la demografía en el estudio del conflicto colombiano.
                                                                                                                                                                        
                                                                                                                                                                                                 
El gráfico de la población total muestra una solución de continuidad en el año 85 que se puede apreciar aún a simple vista. Como en 1984 no ocurrió un cataclismo es necesario buscar una explicación adicional. Esta se encuentra en el deficiente manejo de las cifras de población. Como no existe una serie continua para todo el período de estudio, debieron utilizar dos series de cifras distintas; una que llega hasta 1984 y otra que comienza en 1985.

Para el período 1958-1984 se utilizaron las cifras del documento publicado por el Dane ‘Colombia proyecciones quinquenales de población por sexo y edad, 1950-2050’ mientras que para el período 1985-2012 se utilizaron las cifras que aparecen en la web del DANE. El documento mencionado estima la población para 1985 en 31’658.715 personas, mientras que la web del Dane trae un dato de 30’794.425 lo que quiere decir que las dos series tienen para 1985 una diferencia de 864.290 personas.

Los investigadores cometen entonces el error de utilizar las dos series sin realizar un procedimiento de compatibilización lo que técnicamente se conoce como un empalme de las series.

Al no hacer el empalme en las series de población, el cálculo de las tasas de homicidio resulta equivocado. En efecto, las tasas de homicidio para el período 1958-1984 resultan subestimadas en un 3 por ciento.

Si este fuera el único problema atribuible al buen uso de la ciencia demográfica no debería haber mucho motivo de preocupación. Pero no es sino comenzar a mirar las cifras sobre desplazados para darse uno cuenta de que estas no tiene ningún respaldo demográfico.  
El periódico El Tiempo en su edición del 14 de mayo de 2014 trae un artículo que titula ‘Colombia es el segundo país del mundo con más desplazados, tras Siria’ En ese artículo la periodista afirma:  “Una alarmante cifra de 5,7 millones de desplazados en Colombia es el número que sobresale en el continente y que en el mundo solo es superado por Siria. Este panorama lo expuso el miércoles el Consejo Noruego para los Refugiados (CNR) en un informe presentado en Ginebra junto a la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).”

El texto citado nos pone en alerta al mencionar que la fuente de estas cifras son dos agencias, una del gobierno noruego y otra de las Naciones Unidas, cuyo presupuesto e importancia depende básicamente de la cifra de desplazados, y que, por lo tanto, tienen una tendencia a buscar entre todas las cifras posible la más alta de ellas.

Con el fin de poner en contexto estas cifras, es importante buscar elementos de comparación. Un buen elemento es el número de migrantes puesto que los desplazados forman un subconjunto de los migrantes.

El censo de población es la fuente sobre migración más confiable en el país. El último censo realizado en 2005 trae información interesante sobre este tema. En el censo se encontró que 14,7 millones de personas residían en un municipio diferente a su lugar de nacimiento. Haciendo una extrapolación a mediados de 2013 se tendría que habría unos 16,8 millones de migrantes lo que indicaría que una tercera parte de los migrantes serían desplazados si la cifra de la CNR y Acnur fuera verdadera. 

De acuerdo con el último censo de población, solamente el 4,2% de las personas que cambiaron de residencia en los últimos cinco años manifestaron que lo habían hecho por amenazas a su vida.  Esto querría decir que solamente unos 0,7 millones de personas se habrían ido a vivir a otro municipio por amenazas a su vida.

Si se analiza con más detalle los resultados a la pregunta sobre la principal causa para el cambio del lugar de residencia, se encuentra que hay dos categorías que predominan. Estas son: razones familiares, otra razón que cubren un alto porcentaje de las respuestas y que pueden tener como causa secundaria amenazas a la vida. Para controlar por este problema se calcula el porcentaje tomando como denominador el número de respuestas diferente a razones familiares y otras.

Cuando se filtra la información excluyendo estas dos respuestas, se llega a la conclusión de que hay un 15% de personas que se pueden considerar como desplazados. Bajo esta hipótesis se puede pensar que un tope para el número de desplazados puede ser 2,5 millones que es un poco menos de la mitad de la cifra mencionada en el artículo del periódico El Tiempo.

Adicionalmente, el artículo de El Tiempo menciona que el total de desplazados en el último año fue de 156.918 personas. Esta cifra se podría presumir que también está exagerada. Para analizarla es conveniente mirar la magnitud de la migración rural urbana.
Aunque no existen mediciones sobre la migración entre el campo y la ciudad, es posible llegar a una estimación de su magnitud. Las estimaciones de la población rural colombiana muestran que en los últimos tiempos ésta se ha mantenido constante. Por lo tanto, la migración a las cabeceras debe haber sido igual al crecimiento natural de la población rural.
De acuerdo con las estadísticas vitales, en las zonas rurales en el 2012 se registraron 142 mil nacimientos y 22 mil defunciones lo que da un crecimiento natural de 120 mil personas en el año. Basado en este análisis es posible concluir que el número de desplazados anuales citados en el artículo de El Tiempo de ser cierto sería superior al número de migrantes del campo a la ciudad algo que  parece poco probable.
Sin pretender que esta sea la última palabra sobre el fenómeno del desplazamiento, se debe destacar la importancia del análisis demográfico para la comprensión de fenómenos sociales de vital importancia para el país.   
¡Qué bueno sería que el gobierno se preocupase por fomentar el uso de la demografía y que tomara las medidas necesarias para proteger a esta especie en peligro de extinción!


2 comentarios:

  1. Don Álvaro muy importantes los estudios PROFUNDOS de demografía-- Una rama muy especializada--tal vez-- de la Sociología-- y base para la toma de decisiones de los "gobernantes"-- aprovechada por demagogos-- y ong que con base en datos parciales-- recaudan dineros de países -- y ciudadanos--incautos... Igualmente algunos no todos "periodistas" que manipulan o no saben cómo utilizar estas cifras--reales y profundas-- hace poco algunos periodistas aprendieron a utilizar la calculadora y sacan "coeficientes"-- de la maga para -- con noticias alarmantes--falsas-- Como: "el 75% de los niños del Municipio exis-- tienen gripe tal.... " o "el ...% de las familias sufren de..... titis una enfermedad....." en lugar de profundizar en las cifras que alimentan la DEMOGRAFIA-- seriamente....Hasta la proxima

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  2. La Demografía es una ciencia social, pero no una rama de la sociología. Concuerdo con que es una disciplina fundamental para el desarrollo de los países y su población.

    Saludos,

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